“Señor Ministro”

Las criticas llueven, surgen como río, cada día que transcurre aumenta su caudal, sin importar el efecto o daño que pueda causar, aumenta la insatisfacción en todo su espacio natural, en el fondo de ese rio caudaloso existen caimanes y pirañas esperando por su presa, las criticas siguen surgiendo como la niebla al atardecer del páramo, como un torbellino en el desierto lleno de serpientes y escorpiones;  grandes reyes y príncipes no se dan cuenta, o se hacen los locos, pero lastimosamente dejan sus huellas, aumentando el descontento motivado a que los reyes dicen conocer la tierra y todos los seres vivientes, y no ven que esos seres tienen conciencia y ética.  

Las criticas actuales al Gobierno y a la oposición, son motivadas a la falta de supervisión, seguimiento y control; el pueblo clama y los politiqueros a sus anchas, hacen de las suyas y tiran todo al borde. Viven en un mundo paralelo, son especialistas adulando la cúpula, dicen que no hay inseguridad, burocratismo, guerra económica, desabastecimiento y bachaqueo, mientras tanto la oposición  es especialista en adular el poder y resentimiento del mismo, viven en el mismísimo infierno, lucha intestinal y fragmentación por obtener algo a cambio. En fin, en un mundo politiquero; el político con ética que conoce la realidad y ejerce la crítica está loco; interesante, ojala que algunos politiqueros bebieran agua del pozo de la realidad y la conciencia, Venezuela seria otra.

Un verdadero Ministro de la República Bolivariana de Venezuela al lado del Presidente Obrero Nicolás Maduro, deberá ser eficiente hasta con el pensamiento, beber el agua de los pozos de la realidad, conciencia, moral y ética; bajar al mismísimo mundo de las tinieblas y tratar de resolver los problemas que aquejan al pueblo, se apartaría de las cámaras, ya que muchos políticos antiéticos se aprovechan de los medios de comunicación para persuadir y manejar todo a su antojo. Mientras tanto,  el político con ética trabaja para ayudar y buscar el  mejor bienestar para su población.

Un verdadero político escucharía al pueblo y pondría a trabajar a su equipo de confianza, si este tiene alguna falla en ejecutar las tareas, debe obligarlo a  formarse.

Las críticas actuales al gobierno se deben tomar como una fortaleza y bienestar para la continuidad de la revolución, ya que a través de las críticas se pueden reducir algunas averías posibles y luego asumir la autocrítica y revisar en que fallamos y como se puede solucionar inmediatamente, con el fin de elaborar un abanico de posibilidades para resolver los problemas sociales más contundentes.

Un verdadero Ministro debe aprender del pueblo que clama aún más justicia social, investigar el problema de las colas, y desabastecimiento en los grandes comercios. Si, más allá de la guerra económica el comerciante es culpable, el deber es que pague cárcel, por violar el derecho al consumista, y si un funcionario del Estado es complaciente también paga.

El deber de un Alto Funcionario es trabajar en el Marco del Plan de la Patria de lo contrario se quedará en el olvido, el pueblo se decepcionará al transcurrir el tiempo. Un verdadero Ministro debe tratar de disminuir los altos índices de burocratismo, aplicando un sistema de solución inmediata, un verdadero Ministro debe trabajar con las Leyes, ya que existen algunos individuos que se burlan de las mismas, un verdadero Ministro debe reunirse mensualmente con sus trabajadores, un verdadero Ministro debe visitar las comunidades que poseen grandes necesidades sociales, un verdadero Ministro debe ser consecuente y hacer seguimiento de todas las obras que este ejecutando, en fin un verdadero Ministro debe ser multiplicador de valores, conciencia y ética.

Tal vez me quedo corto en este escrito, porque me faltan muchos elementos y otras visiones, pero reconozco que existen muchos avatares para llegar a ese núcleo y encontrar la posibilidad dentro de esta enorme estructura ya que coexiste una especie de nomenclatura que está compuesta por vicios del pasado que no dejan surgir esta Revolución, y para que surja debemos hacer conciencia.

Marvin Mijares

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