El
petróleo venezolano siempre ha sido objeto de codicia de los Estados Unidos,
que lo consideró como un recurso clave
de su seguridad nacional en el pasado, así lo afirma Germán Sánchez Otero, en
su libro La Nube Negra, “El
imperio siempre ha sido cómplice de diferentes golpes de Estado contra
gobiernos venezolanos que adoptaron posiciones nacionalistas en defensa de los
intereses del país frente a la voracidad de las trasnacionales petroleras”. A principios del Siglo XX, puedo alegar que
el imperio propició dos golpes de Estado contra Cipriano Castro, que finalmente
instauraron la dictadura de Juan Vicente Gómez en 1908, donde se instauró el
sistema de concesiones petroleras y el modelo minero-petrolero que favoreció
ampliamente al imperialismo que liquidó la economía tradicional del cacao, el
café y la ganadería. Después de la muerte de Gómez, fueron derrocados los gobiernos de Medina Angarita y
Rómulo Gallegos, respectivamente. Luego los 40 años de “democracia”, el
petróleo fue una total regalía para las trasnacionales, donde benefició a
grupos pudientes de la política cuarta republicana.
Transcurriendo los años más
difíciles para la sociedad venezolana donde fue envestida por la devaluación
del Bolívar, en el año 1983 (Viernes
Negro), después la insurrección (El Caracazo 1989), por las medidas económicas
neoliberales impuestas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez (Paquetazo), posteriormente,
la Agenda Venezuela que adoptó Rafael Caldera en su segundo mandato (1994-1999)
cuya orientación es claramente neoliberal. Uno de los aspectos claves fue la
apertura petrolera que tenía como propósito traspasar del sector público al
privado diversas actividades y ampliar la participación del sector privado
incluyendo los capitales transnacionales en la actividad de los hidrocarburos e
internacionalizar a la industria petrolera. Esta política era claramente
antinacionalista y contraria a la soberanía.
A partir de febrero de 1999,
cuando es juramentado como Presidente de la República el Comandante Hugo Rafael
Chávez Frías, inicio un proceso de revisión y reforma de la política petrolera
venezolana, para reinsertarla como una estrategia fundamental para la
concreción del proyecto político que, como candidato a las elecciones
presidenciales, propuso en su documento “Una Revolución Democrática”.
En dicho documento, en la sección
correspondiente al Equilibrio Económico, se
afirma el mantenimiento de la
propiedad estatal de la empresa Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA),
principio que posteriormente se incorporó a la Constitución Nacional
(Art. 303), así como la revisión de sus proyectos de inversión en el
extranjero, o la también llamada internacionalización.
Asimismo, se planteaba un reforzamiento de las relaciones con el resto de
los miembros de la OPEP,
por lo que podía suponerse que se abandonaría la visión competitiva y de
expansión de la producción, como en efecto se realizó, a través de recortes de
producción que tenían por objeto la recuperación de los precios.
En el marco de esta estrategia de acercamiento
con los países OPEP, Chávez realizó una gira por el Medio Oriente, para invitar
personalmente a sus homólogos a asistir a la Segunda Cumbre de Soberanos y
Jefes de Estado, la cual se realizó en septiembre del año 2000.
Asimismo, Chávez impulsó la aprobación de nuevos instrumentos
jurídicos para regular el sector petrolero, entre los lineamientos destacaron la
competencia de los tribunales nacionales para la resolución de controversias, y
la recuperación por parte del Ministerio de Energía y Minas (MEM) de las
competencias de formulación, realización y fiscalización de las actividades
relacionadas con los hidrocarburos. De esta manera, la empresa petrolera
estatal PDVSA se subordinaba a los dictámenes del Ejecutivo Nacional. De igual
modo, se establece que el MEM dictará las pautas de comercialización de las
exportaciones petroleras venezolanas.
Además, se estableció la reserva al Estado, las
actividades primarias de exploración y explotación de hidrocarburos, por cuanto
toda participación privada debía realizarse a través de empresas mixtas, en las que el Estado participaba en condición de mayoría
accionaria, con más del 51%. Y, por otra parte, se decretó el aumento de la
regalía desde 16,66 hasta 30%, y el estableciendo del Impuesto Sobre la Renta, por concepto de un
porcentaje de 50%. De acuerdo con Zanoni (2007, p. 87), una vez que entró en
vigencia esta ley, los ingresos fiscales aumentaron significativamente:
“Mientras
que durante los años 1996-2001, el total del ingreso al Tesoro Nacional por el
concepto tributario fue de (…) Bs. 11.898.743.244.699,40, y el promedio de esos
años fue (…) Bs. 1.983.123.874.116,5, el total recaudado a partir de la entrada
en vigencia de la nueva legislación (años 2002 y 2003) fue de (…) Bs.
15.546.461.879.875,40, y el promedio de esos dos años fue de (…) Bs.
7.773.230.939.937,7, es decir, que la diferencia positiva de ingresos entre un
período de seis años, y uno de apenas dos fue de tres billones, seiscientos
cuarenta y siete millardos setecientos diez y ocho millones seiscientos treinta
y cinco mil ciento setenta y seis (Bs. 3.467.718.635.176), una cifra mayor que
la recaudada en cualquier año del período 1996-2001”.
En el año 2003, el Presidente de la República presentó ante
la opinión pública nacional el Plan Estratégico de Siembra Petrolera, una estrategia a largo plazo (2030), mediante la
cual se aspiraba a certificar las reservas de crudos pesados y extrapesados en la Faja Petrolífera
del Orinoco, así como el aumento de la producción, desde 3,3 hasta 5,8 millones
de barriles diarios para el año 2012.
Adicionalmente, estaba prevista la diversificación
hacia nuevos mercados (China e India). De acuerdo con Policarpo Rodríguez
(2006, p. 159), aporta un elemento interesante de análisis en este sentido:
…la agencia
norteamericana Stratfor, especializada en la preparación de reportes de
inteligencia sobre temas globales, analizó, en un reciente informe, las
declaraciones de funcionarios venezolanos acerca de una posible diversificación
de los mercados que cubre Venezuela. El informe concluyó que las
exportaciones de PDVSA a China son viables, atenuando asimismo la dependencia
con Estados Unidos. Existen dos argumentos principales que conllevan a esta
conclusión. (…) aunque el crudo pesado de Venezuela sea de inferior calidad
(…), no tiene que pasar por rivales regionales como Australia, India, Singapur
o Vietnam para llegar a Shanghai. Por la otra parte, Venezuela ya está en una
fase de negociaciones con Panamá para reducir parte del costo que implica el
transporte (…).
Paralelamente,
se implementó otra iniciativa de comercialización, la cual respondía a
intereses geopolíticos del Gobierno Bolivariano: Petrocaribe. En el marco de
esta propuesta, Venezuela favoreció a los países miembros, financiando parte de
la factura petrolera, la cual podría pagarse a cuotas en un lapso de
veinticinco (25) años, o mediante la prestación de bienes y servicios. Esta
iniciativa favoreció altamente a los países caribeños, los cuales sufrían los
embates del aumento creciente de los precios petroleros, los cuales llegaron a
sobrepasar los 100 dólares por barril.
El
presidente venezolano con la refundación de la OPEP contribuyo con la seguridad
energética mundial, legando a la organización de países exportadores de
petróleo un peso geopolítico específico que la comunidad internacional
reconoció y que la redefinió como una institución fundamental del mundo
multicentrico y pluripolar que reserva el 75% del petróleo mundial. Por otro
lado, con la creación de PETROCARIBE y PETROSUR Hugo Chávez estableció las
bases para la liberación económica de los pueblos más pobres de Latinoamérica,
como elemento fundamental para la estabilidad política de sus sistemas de
gobiernos y el ejercicio pleno de la soberanía y autodeterminación de los pueblos
al independizarse de la dictadura del mercado de petrolero especulativo
internacional.
Además, el ex embajador en la
República Islámica de Irán, Amenothep Zambrano, en su artículo “Chávez
estableció un nuevo orden petrolero mundial”, publicado en aporrea el pasado 03
de junio de 2013, “Donde sintetizo que ese
mecanismo económico (Petrocaribe), estratégicamente fue diseñado por el mismo
comandante Hugo Chávez, se fundamentó en establecer rangos relevantes de
financiamiento de largo y corto plazo que se acciona cuando el barril de petróleo
entra en fase especulativa en el mercado internacional, los niveles de
equilibrio de los diferentes rangos son sencillamente óptimos, las condiciones
estadísticas son sencillas y justas; cuando el petróleo aumenta: el
financiamiento a largo plazo crece directamente proporcional, mientras que
cuando el petróleo baja, el financiamiento a largo plazo disminuye hasta cierto
nivel y si baja aún más del precio base no aplica ningún financiamiento y todo
se cancelara de contado, garantizando el pago justo a valor actual del barril
de petróleo a la República Bolivariana de Venezuela, además se genera una
cuenta por cobrar (activo financiero) que no es más que un préstamo en petróleo
que otorga la República a otro estado con garantía soberana producto de la
misma ganancia extraordinaria del mercado especulativo internacional”.
Lo mejor de
esta estrategia ideada por Chávez, fue establecer un fondo de estabilización
macroeconómica PETROCARIBEÑO, que reconoció las asimetrías entre los
participantes, de esta forma el esquema se erige como una metodología
socialista anticiclica que puede ser modelo aplicable por todos los países en
el mundo que poseen recursos naturales excedentarios y captan a través de ellos
renta internacional por su explotación, teniendo beneficios extraordinarios
según el mercado internacional.
Andrés Ramón
Giussepe Avalo, en su libro Visión Petrolera de Hugo Chávez Frías, dice lo
siguiente: “El presidente Chávez,
ejecutó una estrategia de fortalecimiento de las relaciones internacionales de
Venezuela con aquellos países hermanos de la región, altamente dependientes de
las importaciones petroleras. Fueron relaciones basadas en principios inéditos
en la región como la solidaridad, cooperación y el antiimperialismo” Pág. 131. Esa estrategia que aplicó el comandante
Chávez, fue en mantener una américa latina y el caribe como unidad de
naciones, el cual se caracterizó en pro
de ayudar a los más desasistidos socialmente, sin importar la lejanía. Por
medio del petróleo, incluso, ayudó a comunidades pobres de los Estados Unidos e
Inglaterra.
Es
interesante como el Comandante Hugo Chávez, planteo estratégicamente un proceso
de revisión
de los lineamientos que habían guiado la política petrolera de años anteriores,
por considerarlas lesivas al interés nacional. En este sentido, PDVSA dejó de
ser una entidad autónoma del gobierno, pero dependiente de instancias
internacionales, para convertirse en un instrumento clave del Estado, en la
implementación de planes de desarrollo socioeconómico que beneficiarán a las
mayorías que habían sido excluidas por los sistemas político y económico
propios de la llamada Cuarta República.
Bibliografías
Avalo
Giussepe, Ramón Andrés, libro “Visión
Petrolera de Hugo Chávez Frías”, Pág. 131
Otero Sánchez, Germán, La Nube Negra, Pág. 09
Zambrano, Amenothep. Chávez estableció un nuevo orden petrolero mundial: http://www.aporrea.org/energia/a167310.html
Marvin Mijares
Correo: venezuela6mundo@gmail.com
Twitter: @CONCIENCIA555